Sobreviví al primer año, el peor año de todos los que me esperan. Fueron 365 días de tristeza, dudas, culpa, coraje e incertidumbre aprendiendo a vivir sin José. Y, por favor, no me malinterpreten. La razón por la que escribo al respecto no es para que me compadezcan ni para que me tengan pena, todo lo contrario. Escribo con detalles sobre la viudez, los sentimientos, el duelo y la muerte para que aquellos quienes hayan perdido un ser amado puedan sentirse identificados y menos solos en el proceso. En mi caso, tengo una familia y grandes amigos que han sido mi apoyo incondicional. Sin embargo, muchas veces he necesitado hablar con alguien que haya tenido una experiencia similar a la mía para saber si lo que siento es normal y como lo han manejado ellos. Busqué grupos de apoyo para vuidos/as en la Isla y online y no encontré ninguno. Sólo una página de Facebook “Soaring Spirits” me ha servido de referencia y ha sido de gran ayuda. Es por esto que decidí ser más abierta con mi proceso y compartir mi experiencia por si le puede ser de ayuda a alguien más.
Pasé todo el año con temor a la fecha de su partida, ¿cómo iba a reaccionar? Como les mencioné antes, su ropa y zapatos siguen aun en el closet. Aunque he tratado, todavía no estoy lista para dejarlo ir pues sé que en algún resquicio de mi inconsciente pienso que un día el llegará por ahí con su dulce sonrisa a darme uno de esos abrazos tan suyos, como si nunca se hubiera ido. Por eso, si aun no me he desprendido de sus cosas, ¿cómo iba a enfrentarme a la fecha donde lo perdí? Desde Septiembre 21 hasta el 8 de noviembre estuve llena de miedo, ansiedad, cansancio, frustración. Me sentía débil e incapaz de asumir mi responsabilidad en otros asuntos de los cuales mis hermanas se han encargado mientras yo sano. Cuando el día llegó no sentí nada (mi mente bloquea las y emociones totalmente al punto del adormecimiento) y entonces al día siguiente sentí, lloré, extrañé y pensé en lo que está por venir.
Luego de superar el primer aniversario sigo viviendo los días según vengan. Intento ser feliz y sanar pero si hay que llorar se llora. Este año quise decorar mi casa por la Navidad e incluso celebrar el día de Acción de Gracias en mi casa con mi familia. Aun después de un año tan difícil y de tantas pérdidas en la familia, empujé a una esquina al coraje y la tristeza y traté de enfocarme en lo bueno para poder regalarle a mi sobrina Anelisse recuerdos bonitos; después de todo, ella es la alegría de la familia y debemos asegurarnos de reciprocarle con actos y recuerdos todo lo lindo que ella nos da.
En resumen:
-Esto duele al punto de que a veces piensas que no puedes más y aun así sobrevives.
Traducción: Eres más fuerte de lo que piensas.
-Todos nos enfrentamos a la pérdida de un ser querido de manera distinta.
Traducción: No permitas que nadie te diga cómo sentir o cómo actuar durante tu proceso.
- Aunque la tristeza sea una constante nunca falta los motivos ni las ocasiones para un momento de alegría.
Traducción: Date permiso para ser feliz. Aunque ya no están entre nosotros recuerda que ellos nos querían ver felices.
-Busca un pasatiempo que te llene y te ayude a canalizar la soledad y la ansiedad de manera positiva y productiva. Como por ejemplo, yo decidí crear y desarrollar CocinArte.
Traducción: Saca tiempo para hacer aquello que te hace verdaderamente feliz.
-Recuerda su amor por ellos y el de ellos hacia ti. A mi me hace sonreir y esta canción siempre me ahce pensar en José y su buen amor.
Comments